Sunday 6 January 2013

Bang


¡Bang!


          La bala atravesó el abrigo que le protegía del frío, el jersey de punto y se incrustó en su piel pasando entre dos de sus costillas. Lágrimas congeladas por el frío invernal inundaban sus mejillas. No se sabe si por el impacto o por el dolor, pero se desplomó en suelo mientras su mano, sin apenas fuerza, dejó caer la pistola. La mirada se enturbiaba, ¿era el cielo lo que veía, o era el infierno?
          No había nadie en la calle. Nadie que pudiera ayudarle. Nadie que pudiera llorarle. El frío que la herida le causaba hacía que se le entrecortara la respiración. "Ya queda menos", pensaba. Se llevó la mano al costado. Rojo. Un rojo cálido, al menos. Un rojo muerte.

          Parker se despertó empapado de sudor a pesar de que afuera los primeros copos de nieve de la estación empezaban a llenar de blanco la ciudad. Se volvió a llevar la mano al costado. Nada, esta vez. Sólo había sido un sueño. ¿O una señal? Qué más da; había sobrevivido a diciembre. Un diciembre que calaba por dentro. Pero un nuevo año empezaba. Era hora de cambiar la historia. 

11 comments:

While said...

Uf, ¡menos mal! Los sueños a veces son tan reales que dan escalofríos (los mismos que puede crearte diciembre)

una muy buena
entrada, David.

nutella caliente
con nata.

Belleza bajo lupa said...

Las pesadillas y los balazos a veces te avisan de los cambios.
Pero otras veces toca darse cuenta de que hay que girar la llave, aunque todo este empapado de silencio.

Un beso grande

Yaiza said...

Tu blog, sin duda, es uno de mis favoritos. Es perfecto, tu narrativa, tus personajes, sus historias... Creo que jamás le encontraría una pega. Bueno, sí, tengo una pequeña pega. Que yo soy un desastre y me paso por aquí mucho menos de lo que me gustaría.
Tu blog es uno de esos que me despiertan ganas de crear ciertos personajes que utilizar recurrentemente en mi blog. Es una pequeña espina que tengo clavada... No sé si algún día la sacaré. De momento ahí se queda.
Este texto, además, me ha recordado a un sueño que yo tuve hace poco. Bastante real, por cierto. Pero no era un balazo lo que entraba en mi costado, sino un cuchillo, de estos grandes y afilados, que se me clavó y se frenó en una de mis costillas para luego ser retorcido. Ahí me desperté... Fue muy real, también tuve que tocar mi costado para asegurarme de que había sido solo un sueño.
Un saludo, David.

SMSC said...

Tienes razón, hay sueños que parecen reales, yo odio las pesadillas, me hacen tener una mala sensación todo el día acojonante :(
Por cierto, me gusta tu blog, te sigo :)

Babú said...

Cambiar siempre viene bien y, por lo que se ve, le va a venir bien.
(Eso sí, odio ese tipo de sueños, lo paso fatal xDD)
Muuua :D

Lào. said...

Menos mal que se despertó y sólo se quedó en una pesadilla.
Seguro que le irá genial; los cambios son buenos.

besos
desde
lejos de
pArís

Minspirando. said...

Vaya, creo que es la primera vez que paso por aquí, y me gusta lo que veo y leo.
A veces los sueños se nos hacen tan reales, que cuando despiertas te cuesta recuperarte de lo que te impacta. Bonita entrada, me gusta como la has escrito.
Me ha gustado tu blog, te sigo. Voy a seguir echando un vistacillo por aquí.

MILEX said...

fantastic

Andrea said...

Años nuevos que se prestan a nuevos inicios, aunque sin olvidar el pasado. Veamos que nos trae este frío enero.

abrazos ( de oso )

Rita Agustina said...

Me ha dejado un nosequé extraño por dentro. Voy a estar pendiente de tus nuevas entradas, te lo aseguro.

Anastasia said...

Impresionante. Me encanta como escribes, tu forma de narrar es especial. Un beso, seguire atenta a nuevas entradas!

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