E :)

Esmeralda permanecía sentada en el césped apoyada en el tronco de su árbol favorito mientras contemplaba aquel lago en el que tantas veces había soñado con diminutas hadas que venían a visitarla. Estaba nerviosa. No había podido dormir en toda la noche debido a los acontecimientos que sucederían en unos minutos.El lago permanecía en silencio, lo contrario que ella, quería saltar, correr, transformar aquellos nervios en energía, poder volar... Pero todos esos pensamientos desaparecían al recodarlo. Por fin se verían. No sabía ni qué decirle, ni cómo. Algo tenía claro, no sería fácil. Pero los momentos difíciles son los que hacen madurar.

Y en su mirada miedo, y esperanza.


PD: Dedicado a la niña de la conversación de anoche. Mucho ánimo, y a coger el toro por los cuernos. ;)