Siento no poder tenerte en este momento cara a cara, pero la verdad es que sufro viendo esos dos ojos marrones preguntándome un porqué. Me gustaría que todo fuera distinto o, por el contrario, que nada hubiera cambiado. Por desgracia no es así. Nuestro destino ha decidido tomar caminos diferentes. La vida nos ha cambiado, y tú bien lo sabes. Ya no somos aquellos niños que no se atrevían a mirarse a los ojos por vergüenza o, aquellos otros que se mandaban notitas entre clase y clase.
Tengo que
reconocer, que este año que he pasado a tu lado ha sido, sin ninguna duda, uno
de los más bonitos de mi vida. Hemos vivido momentos inolvidables. Para mí,
siempre serás ese chico tan risueño y divertido que conocí por casualidad un
día en la universidad. No olvidaré nuestra primera mirada o la primera vez que
te atreviste a decirme un te quiero. Parece que han pasados siglos desde
entonces. Hemos sido muy felices juntos, y te aseguro que nadie podrá
reemplazar todo lo que me has hecho sentir.
No me gustaría
perder todos esos momentos vividos a tu lado. Si no te importa me los quedo, como recuerdo de
una relación que nos ha hecho madurar como personas. Me quedo con aquel paseo
cogidos de la mano por los Campos Elíseos de París o aquella nevada inoportuna
que nos hizo recorrer todo Londres en busca de refugio. Las horas y horas que
pasamos tumbados en el césped de la universidad contándonos nuestras penas y
alegrías, aquel día tan especial de tu cumpleaños, tus caricias que recorrían
todo mi cuerpo, los besos que me dabas mientras de tu boca escapaba ese susurro
que me hacía estremecer, ese te amo tan sincero que me llenaba de alegría y me
hacía ser el chico más feliz del mundo. Me quedo con esa lágrima suicida que
cayó de tu mejilla al escuchar esa canción, ¡nuestra canción!
No puedo decir
que todo esto haya llegado a su fin, las circunstancias nos obligan a decir
adiós a esta etapa de nuestras vidas. Pero me gustaría pasar, contigo, a la
siguiente. Sé que no va a ser fácil, pero aparte de todos los recuerdos, me gustaría conservar a
esa persona que ha sido, y sigue siendo tan importante para mí; una persona que
nunca me ha fallado y siempre ha estado ahí para ayudarme en todo. No quiero
que mires esto como un punto final en nuestra historia, sino como un punto
final en un capítulo que irá seguido de muchos otros.
La vida tras
nuestra relación sigue, nos tenemos que enfrontar a un futuro que definirá
nuestras metas y ambiciones, hay objetivos que no podemos dejar de cumplir por
miedo a perder a una persona. Sé qué es lo que siempre has querido hacer y
ambos sabíamos que este momento llegaría, tarde o temprano. Quiero que salgas
al mundo con esa sonrisa con la que te conocí y consigas hacer realidad todos
esos sueños que todo este tiempo me has contado.
No quiero ver
esos ojitos tristes llorar. Aunque nos toque viajar en vagones distintos de un
mismo tren, no me olvides nunca, porque
yo siempre te recordaré.
Buscar en el baúl de los recuerdos puede llegar a ser peligroso, pero Dafne no estaba dispuesta a aprender la lección.
1 comment:
Acabas de acerme llorar. Sintiéndome demasiado identificada con esa historia, tanto, tanto, tanto como si esas palabras fueran mías cambiado los lugares. Me ha encantado David, muy intenso y profundo, muy tuyo como siempre, con ese toque nostálico que me ha roto un poquitín por dentro sin pretenderlo. Es mágico David esa forma tan tuya que hace que el corazón deje de palpitar ahogado entre recuerdos. Eres auténtico sigue así y que no se te borre la sonrisa, nunca, nunca, nunca.
Un beso gigantesco acompañado de un abrazo mucho mucho, más grande.
Post a Comment