Un libro interesante, un café calentito, arropada por esa bata de seda tan suave.
Ahí permanecía, día tras día, al lado de la ventana de su habitación.
Todos los días a las 8 lo veía pasar.
Unos días corriendo, otros sacando a pasear a su perro, otros con su maletín de cuero.
Lo veía todos los días salir del edificio de enfrente.
Un día quiso bajar, pero fue tanta la presión que no pudo ni dar un paso al frente al verlo abrir la puerta de su portal.
Le resultaba imposible.
Él era el amor de su vida, aunque él aún no lo sabía...
7 comments:
La de cosas que podemos dejar pasar por culpa del miedo. Esto es una buena muestra :)
un beso!
Algún día tendrá que dar el primer paso.. digo yo.
Deberia dar ese paso, el amor no debe quedarse tras una ventana.
Cordial saludo.
Si hace muchos años yo no hubiera dado ese paso, me habria perdido lo mejor de mi vida.
Un abrazo.
Esa chica está perdiendo un tiempo precioso limitandose a mirar al amor de su vida en vez de hacer que para él, ella sea el amor de su vida.
Un abrazo,
Ángel
La de cosas que habremos dejado pasar por no tener la valentia de decir.
Un beso cielo
Por favor, qué baje ya esas escaleras y le diga algo :)
Post a Comment